miércoles, 25 de marzo de 2015

Tema 4: Instalaciones de la vivienda

 Introducción 

Las instalaciones de la vivienda se componen de todos aquellos equipamientos que garantizan el total confort y habitabilidad de sus ocupantes. Incluyen las instalaciones eléctricas, las canalizaciones de agua, las instalaciones de gas, telecomunicaciones, climatización, seguridad, etc.

 Instalación eléctrica 

Las instalaciones eléctricas en las viviendas tienen como función suministrar energía, proteger los diferentes receptores y a las personas, sometiéndolos a una tensión de 380 V entre fases y 220 V entre fase y neutro en corriente alterna.



La instalación eléctrica de un edificio de viviendas está formada por la instalación de enlace y por la instalación interior de cada vivienda, y también por la instalación eléctrica de los elementos comunes del edificio (luz de la escalera, ascensor, etc.)

La instalación de enlace une la red de distribución pública con la instalación interior de cada vivienda. Se compone de los siguientes elementos: la acometida o conexión general, la caja general de protección, la línea repartidora, la central de contadores, las derivaciones individuales, la caja para el interruptor de control de potencia.


El contador eléctrico es el aparato ubicado en la central de contadores que mide la energía eléctrica, en kilovatios • hora, consumida por cada abonado. En los edificios de viviendas el contador puede instalarse también de forma individual en cada vivienda.


La instalación interior de una vivienda está formada por el cuadro de comandos y protección, los circuitos de alimentación de los receptores, el circuito de conexión a tierra y los receptores.



 El cuadro de comandos y protección 

Es el conjunto de elementos destinado a la seguridad, la protección y el control de la instalación interior. Se coloca al origen de la instalación, tan cerca de la entrada de la vivienda como sea posible, dentro de una caja de protección generalmente encastada en la pared.




Interruptor de control de potencia máxima (ICPM): es el interruptor general automático de la instalación interior. Dispone de protección contra sobrecargas y cortocircuitos, pero su función principal es evitar que la potencia suministrada por la compañía supere la potencia contratada por el usuario; por ello se precinta para evitar su manipulación.



La característica más importante de un ICPM es la intensidad nominal (In), que corresponde al valor de la intensidad de corriente a partir de la cual detecta una sobrecarga y abre el circuito automáticamente. El valor de la In depende de la potencia contratada. Por ejemplo, en una vivienda alimentada a 220 V y con una potencia contratada de 4400 W, el ICPM instalado debe tener una In de 20 A, ya que In=P/V=4400/220=20 A. En esta instalación el ICPM cortará automáticamente el suministro cuando circule una corriente superior a los 20 A, lo que significa que la potencia consumida es superior a los 4400 W.

El funcionamiento del ICP es el siguiente: se conecta al accionar una palanca y su contacto móvil se sujeta a un muelle que queda tensado. Instalación eléctrica Para que no se desconecte por la fuerza del muelle, se bloquea con un dispositivo de fijación unido a un sistema de palancas (anclaje mecánico). Cuando se libera el dispositivo de fijación, se corta la corriente al separarse el contacto móvil.


El ICP corta la corriente mediante dos mecanismos automáticos independientes: el disparador magnético y el disparador térmico. Por ello también se le denomina interruptor magnetotérmico.


El disparador térmico funciona mediante una placa bimetálica formada por dos metales de diferente coeficiente de dilatación envuelta por una resistencia. Al aumentar la intensidad, aumenta la temperatura de la resistencia calentando la placa bimetálica, que se curva;


si se sobrepasa el límite, salta el mecanismo de anclaje y se corta la corriente. Cuando el ICP se dispara, se debe esperar a que la placa se enfríe para volver a conectarlo, ya que mientras la placa esté curvada no es posible hacer en anclaje mecánico.



El disparador magnético es un electroimán a través del cual circula la corriente. Cuando se produce un cortocircuito en la instalación, aumenta la intensidad de la corriente que atraviesa la bobina del electroimán. Esto hace aumentar la fuerza del campo magnético que desplaza la armadura móvil del electroimán liberando el anclaje mecánico y cortando la corriente.



Al separarse los contactos, a causa de la intensidad de la corriente que circula, se generan pequeños arcos eléctricos entre ellos. Estos arcos pueden llegar a quemar los contactos o acortar la vida útil. El ICP dispone, pero, de una cámara de extinción del arco o apagachispas para evitarlo.


El interruptor diferencial es un dispositivo para proteger a las personas de las descargas eléctricas, al eliminarlas o reducirlas a valores de intensidad que no son peligrosos para el cuerpo humano.



Corriente de fuga. Las intensidades de entrada y de salida en el circuito de una instalación eléctrica son prácticamente iguales, pero si una persona toca un elemento conductor del circuito, la corriente pasa a través de su cuerpo (corriente de defecto o de fuga) y disminuye la intensidad de salida ya que se desvía una parte al suelo. Estas diferencias también se producen cuando un electrodoméstico provoca una fuga de corriente en la instalación.


Funcionamiento del diferencial. El diferencial tiene un sistema de anclaje mecánico que se dispara y corta el paso de la corriente. Cuenta además con dos bobinas iguales con las espiras enrolladas en sentido inverso, por lo que crean campos magnéticos opuestos. A través de una de las bobinas pasa la corriente de entrada y a través de la otra la de salida. Cuando la corriente de entrada y de salida son
de la misma intensidad, se crean campos magnéticos iguales, pero de sentido contrario, por lo que se anulan.
Cuando la intensidad de salida disminuye, se desequilibran los campos magnéticos creados por las bobinas, y como no se anulan, se produce una corriente que activa el electroimán, su armadura móvil se desplaza y el mecanismo de fijación se libera.


Los diferenciales utilizados en las viviendas desconectan la instalación cuando la corriente de defecto supera el valor de su sensibilidad, que suele ser de 30 mA.

Los interruptores diferenciales tienen un dispositivo de prueba que al accionar el pulsador desequilibra el circuito y dispara el mecanismo de desconexión. Si al pulsar el dispositivo de prueba la corriente no se cortara, querría decir que el interruptor diferencial no funciona correctamente y sería necesario substituirlo enseguida, ya que su funcionamiento garantiza la seguridad de las personas.


Los pequeños interruptores automáticos (PIA) permiten desconectar de forma independiente los diferentes circuitos interiores de la instalación eléctrica. Su función es la de proteger los elementos conectados a cada circuito de posibles sobrecargas y cortocircuitos. Su funcionamiento es similar al ICP, ya que se trata de interruptores magnetotérmicos adaptados a la intensidad que circula por cada uno de los circuitos interiores.



 Los circuitos de alimentación 

La corriente eléctrica se distribuye por el interior de la vivienda mediante diversos circuitos que alimentan los diferentes receptores. Estos circuitos tienen su origen en un PIA y están formados por: conductores, circuito de toma de tierra y receptores.



Los conductores son los cables que enlazan los diferentes elementos del circuito para llevar la corriente hasta los receptores. Son de cobre y están aislados por un recubrimiento de material plástico. Para identificar los conductores se utilizan recubrimientos de diferentes colores: marrón, negro o gris para los conductores de fase, azul para el neutro y verde-amarillo para el de toma de tierra.



El circuito de toma de tierra tiene como función la de proteger las personas de los contactos indirectos con la electricidad, y lo hace derivando hacia el suelo las fugas de corriente. La comprobación del buen estado de la red de conexión a tierra es muy importante, ya que una red de conexión a tierra en malas condiciones es un peligro, en lugar de un sistema de protección.





 Receptores 

Los receptores son los aparatos que funcionan con energía eléctrica: bombillas, lavadoras, neveras, ordenadores, equipos de música, aparatos de TV, etc. En un sentido más amplio, los podemos designar con el nombre de electrodomésticos: aparatos eléctricos destinados a aumentar el confort en la vivienda. Excluyendo los aparatos electrónicos, los electrodomésticos se pueden clasificar en: refrigeradores, con resistencia eléctrica, con motor eléctrico y con resistencia y motor eléctrico.


Los aparatos refrigeradores extraen calor de un ambiente y lo transfieren a otro. El ejemplo más significativo es el frigorífico que funciona utilizando la propiedad que tienen los líquidos de absorber
calor cuando se evaporan: un compresor, accionado por un motor eléctrico, comprime gas hasta que éste se licua.


El gas licuado es enviado al evaporador, donde disminuye la presión. Al disminuir la presión, el líquido se evapora convirtiéndose en gas y absorbe el calor del interior del frigorífico. El gas pasa a un condensador situado en el exterior, donde desprende el calor absorbido, y retorna al compresor para repetir el ciclo.

Los aparatos con resistencia eléctrica basan su funcionamiento en la transformación de la energía eléctrica en energía calorífica. Es el caso de los calentadores eléctricos de agua.

Los aparatos con motor eléctrico se basan en la transformación de energía eléctrica en energía mecánica, gracias a un motor. Un ejemplo muy conocido es el de la batidora.

Los aparatos con motor y resistencia eléctrica transforman la energía eléctrica en energía mecánica o calorífica de una forma simultanea o alternativa. Éste es el caso de la lavadora.



 La representación gráfica 

La representación gráfica de las instalaciones eléctricas de una vivienda se puede realizar colocando símbolos normalizados sobre planos de construcción.



 La factura de la luz 

Las empresas suministradoras de energía eléctrica determinan el coste de la energía que consumimos mediante la tarifa eléctrica. Su importe es la suma de los siguientes conceptos: La facturación de la potencia: que es la parte fija del recibo. Está determinada por una cantidad de kW de potencia contratados por cada mes facturado. La facturación de energía: que es la parte variable del recibo. Depende del consumo de energía (real o estimado) durante el período facturado. Se calcula multiplicando los kWh consumidos por el precio del kWh. El importe de alquiler del contador, cuando éste es propiedad de la compañía suministradora. El impuesto y tasas vigentes y el IVA correspondiente.



 El uso de la electricidad 

El usuario titular de la instalación es el responsable del uso, la conservación y el mantenimiento, de acuerdo con las condiciones de seguridad que fija el REBT. Se recomienda revisar toda la instalación cada cinco años. Tanto las revisiones como las reparaciones las debe realizar un instalador autorizado. Las causas más frecuentes de descargas eléctricas, que pueden producir electrocuciones e incendios, son el uso de aparatos y materiales en mal estado, defectos de aislamiento, instalaciones defectuosas o actitudes incorrectas. Siempre hay que tener en cuenta las siguientes normas básicas: tener la instalación con los dispositivos de protección adecuados: ID, PIA, y toma de tierra en todos los aparatos con partes metálicas accesibles. Comprobar periódicamente que el ID funciona correctamente. Enchufar los electrodomésticos con toma de tierra, únicamente con bases de enchufe con toma de tierra. No conectar habitualmente electrodomésticos con cables alargadores. No abusar de las conexiones múltiples en un mismo enchufe.


Evitar empalmar cables. Las conexiones entre conductores deben realizarse en las cajas apropiadas.
No tocar nunca aparatos ni conductores eléctricos con las manos y los pies mojados, o sobre suelos húmedos. En el baño, no tener aparatos eléctricos enchufados al alcance de la mano. Si hay niños en la casa, colocar clavijas-tapón de plástico en los enchufes. La instalación de la cámara de baño es la más peligrosa de la vivienda a causa de la utilización continua del agua.



Para garantizar la seguridad de los usuarios el REBT restringe o prohíbe en algunos lugares (como en el caso de la bañera o la ducha) la colocación de elementos de la instalación eléctrica.




 La instalación del agua 

La instalación de agua es la encargada de distribuir el agua potable en el interior de la vivienda y de evacuar las aguas residuales, en las condiciones higiénicas adecuadas en cada caso. Así, consta de una red de agua sanitaria y una red de saneamiento de aguas residuales y pluviales.


El agua que se distribuye es agua potable, es decir, adecuada para la alimentación y que no produzca alteraciones en el organismo. El agua que obtenemos directamente de la naturaleza, ya sea de pantanos, fuentes, pozos, minas, etc., es, en contadas ocasiones, directamente utilizable como agua potable. La potabilización del agua comporta la eliminación de las impurezas nocivas para el cuerpo humano.




Distribución del agua. Una vez depurada el agua es recogida en depósitos desde donde se bombea y es enviada a través de cañerías subterráneas a los domicilios. Los depósitos situados cerca de las poblaciones distribuyen el agua mediante gravedad si el depósito tiene suficiente altura o bien es nuevamente bombeada.



Una vez el agua llega a la vivienda, se distribuye en su interior mediante un circuito hasta los puntos de utilización. En la entrada de cada casa suele haber un registro con la llave de paso general del agua, que conecta, directamente o a través de depósitos, la instalación interior con la red de distribución municipal.


Un contador al inicio de la red permite controlar el consumo. El contador de agua es un instrumento mecánico que permite medir y registrar el paso de agua. En la parte central del contador, en una pequeña cámara por donde circula el agua, hay una turbina que con el paso del agua mueve un tren de engranajes y una aguja indicadora que muestra sobre una esfera graduada el consumo en metros cúbicos.



La red de agua potable está formada por dos canalizaciones independientes: la instalación de agua fría y la de agua caliente sanitaria. La legislación vigente obliga a instalar agua caliente únicamente para la ducha. No obstante la mayoría de viviendas poseen una red de agua caliente prácticamente paralela a la de agua fría.


Para simplificar las instalaciones y reducir gastos, las cámaras que requieren agua suelen estar una al lado de la otra. Si por ejemplo se trata de una casa de dos plantas la cocina y baño están superpuestos.


 Elementos de la instalación del agua 

Los principales elementos de la instalación de agua potable son: las cañerías, las llaves de paso, los grifos, los aparatos sanitarios, los calentadores y los depósitos. Todos estos elementos están construidos de manera que son resistentes a la corrosión del agua, soportan la presión del agua de la red, y no alteran la potabilidad ni las características organolépticas (olor, sabor, color) del agua.

Las cañerías interiores son las conducciones que transportan el agua desde la entrada de la vivienda hasta los diferentes puntos de uso. Pueden ser de acero galvanizado, cobre o plástico. Actualmente, el más utilizado es el cobre debido a que es un metal ligero, resistente a la corrosión, fácil de cortar, doblar y soldar y, además requiere el uso de pocas herramientas.


Las cañerías se instalan encastadas en las paredes o en el suelo, o bien sobre los falsos techos y se unen entre sí mediante manguitos, codos o derivaciones gracias a las soldaduras.


Al inicio de la instalación interior existe una llave de paso general que permite cortar el suministro de agua en toda la vivienda. También se instalan llaves de paso en las cámaras con suministro de agua y en los diferentes elementos sanitarios o electrodomésticos, ya que en caso de avería permiten cortar el suministro solo en la zona o elemento afectado.


Los grifos son los dispositivos manuales con los que se regula el caudal de agua en los puntos de utilización. Son de metal y con formas y sistemas de cierre y regulación del paso de agua muy
variados.



Los grifos de maneta giratoria regulan la cantidad de agua suministrada haciendo girar la maneta.




Los grifos de pulsador suministran agua al presionar el pulsador y dejan de suministrarla de forma automática gracias a un muelle.




Para regular la temperatura del agua se utilizan grupos mezcladores, grifos monomando y grifos termostáticos.




Los calentadores son aparatos que calientan el agua y la envían a los puntos de utilización. Los calentadores más utilizados son los de gas y los eléctricos.



En los calentadores de gas se obtiene agua caliente al instante, pero, como en todos los aparatos de gas, tienen el riesgo de fugas y emanaciones nocivas.
Con los calentadores eléctricos no hay peligro de emanaciones, pero el calentamiento del agua es lento y el consumo de energía es elevado, por lo que tienen un depósito acumulador.


El depósito del váter almacena el agua para limpiarlo. Para realizar la descarga del agua se utilizan diferentes mecanismos: el depósito de cadena y el de tirador. Los depósitos se llenan mediante una válvula accionada por una boya. Al vaciarse el depósito, la boya baja, la válvula se abre y comienza a entrar agua en el depósito. A medida que el depósito se llena, la boya es empujada hacia arriba por el agua y hace cerrar la válvula.



 El sistema de desagüe 

El sistema de desagüe es el conjunto de cañerías a través de las cuales las aguas utilizadas van a parar a las alcantarillas. Está compuesto por sifones, cañerías de desagüe, bajantes, colectores y arqueta sifonal.



Sifones. Se trata de un sistema de cierre hidráulico que permite evacuar las aguas residuales, pero a la vez impide que los malos olores entren en las casas. Normalmente son tubos de goma, plástico, plomo u otros materiales, en forma de U que se instalan en los agujeros de desagüe de los aparatos sanitarios.


Debido a su forma, en la parte inferior queda una determinada cantidad de agua que impide la comunicación de aire de un lado al otro del sifón.


Cada vez que se deja salir el agua por el grifo, ésta arrastra el agua existente en el sifón junto con los posibles desperdicios acumulados. Una vez cerrado el grifo, un nuevo depósito de agua se acumula en el sifón reconstituyendo el tapón contra los olores.


Es necesario revisar los sifones periódicamente para evitar que se queden sin agua y para limpiarlos.


Las cañerías de desagüe permiten la conducción del agua sucia y usada desde los sifones hasta los bajantes. Suelen estar hechas de plástico rígido (PVC) que es ligero, resistente y fácil de instalar, así como su cara interna deslizante facilita el paso de la suciedad y que substituye al usado anteriormente, cerámica, fibrocemento o zinc.

Bajantes. Es un conjunto de cañerías verticales que recogen las aguas de las cañerías de desagüe. Existen bajantes sólo para aguas pluviales, para váters y para el resto de sanitarios. Es necesario que estén bien ventilados. Suelen estar construidos por fibrocemento o PVC.

Colectores. Son las cañerías horizontales (pendiente de un 2,5% como mínimo) enterradas en el subsuelo que, conectadas a los bajantes directamente o a través de cajas sifonales, canalizan las aguas evacuadas hasta la arqueta sifonal.

Arqueta sifonal. Es el punto de conexión de la red de saneamiento con la alcantarilla. Realiza la función de cierre hidráulico e impide que los olores y las ratas de las alcantarillas entren en las casas por los desagües.


 La factura del agua 

Especifica lo que debemos pagar por el servicio y el consumo de agua en un período de tiempo determinado. El importe es la suma de: La cuota de servicio: es la cuota fija que da derecho a consumir y que se contrata según el calibre del contador y la categoría de la vivienda. La cuota de servicio no tiene en cuenta la cantidad de agua consumida. El consumo realizado: es la parte variable del recibo, es decir, los metros cúbicos consumidos (o los que superan el mínimo de consumo) por el precio del metro cúbico. Las tasas: mantenimiento del servicio, saneamiento, alcantarillado y el IVA.



 Uso del agua 

El agua es un bien necesario y muy escaso, por lo que debemos hacer un buen uso, tanto del agua como de las instalaciones. Éstas son algunas de las recomendaciones en cuanto al buen uso del agua: Utilizar tan solo el agua necesaria en cada momento. Cerrar bien los grifos y reparar inmediatamente los que gotean.



Cambiar periódicamente las juntas del depósito del váter para evitar que pierda agua. Regular correctamente la boya del depósito del váter para evitar que se llene más de la cuenta. También puede introducirse una botella de plástico que evita que se llene tanto.
No vaciar productos como aceites, productos sólidos ni contaminantes a los desagües.


Utilizar depósitos de doble evacuación. Cerrar la llave de paso en caso de ausencia prolongada. Instalar sistemas de ahorro de agua en los grifos. Ducharse en lugar de bañarse.




 Instalación de gas 

En muchas viviendas se utiliza gas combustible para satisfacer las necesidades de energía térmica. El gas es cómodo de usar, de combustión fácil y limpia, de alto poder calorífico y de precio relativamente económico. La instalación del gas se ocupa de hacer llegar el gas combustible a los gasodomésticos y de evacuar, si es necesario, los gases resultantes de la combustión con las máximas condiciones de seguridad.

Los gases de uso doméstico se clasifican según el estado en que se distribuyen y según cómo se suministran hasta llegar a las viviendas. Los más importantes son los siguientes: Gases licuados del petróleo (GLP): el gas butano y el gas propano. Gases canalizados: el gas natural y el gas ciudad.

Butano
El gas butano y el gas propano se distribuyen en estado líquido y se almacenan en recipientes adecuados: en bombonas, cuando se utilizan en el mismo lugar de consumo, o en depósitos de más capacidad, en los suministros centralizados, instalados cerca de los edificios donde se van a consumir.

La bombona es un recipiente de acero que almacena el gas a presión en estado líquido. En las viviendas se utiliza la UD-125 que contiene una carga de 12,5 kg de butano. Para la conexión de la bombona a la instalación se utilizan tubos flexibles, homologados, fabricados con elastómeros.




El regulador de presión tiene la función de suministrar el combustible a una presión baja y constante. Lleva incorporado una llave de paso.



Gas natural. Los elementos característicos de la instalación de gas de una vivienda son: Las cañerías: unen la red de distribución con los gasodomésticos. Suelen ser de cobre y se instalan a la vista, fijadas sobre la superficie de las paredes. Se adaptan a los cambios de dirección de su recorrido y se conectan a los aparatos de consumo con la ayuda de accesorios soldados a las cañerías.


Si las conducciones pasan por recintos cerrados, deben ir envueltos de un tubo de acero que les sirven de protección mecánica. También se debe respetar una distancia mínima de seguridad respecto a las conducciones de agua caliente y electricidad. Los aparatos móviles se conectan a la red mediante tubos flexibles de seguridad que no pueden tener más de 1,5 metros de longitud.


La llave de paso: Tiene como función abrir y cerrar el suministro de gas en la instalación interior y en los diferentes aparatos. La llave general de paso se coloca en el exterior de la vivienda, en un lugar de fácil acceso.



El contador: mide el consumo de gas y lleva incorporada una llave de paso y un regulador del caudal. En los bloques de pisos, los contadores pueden estar centralizados en una habitación adecuada, desde donde sale una ramificación para cada piso.



Las rejillas de ventilación facilitan el intercambio de aire con el exterior, lo que hace posible la combustión correcta en los aparatos y, por tanto, evita la producción de monóxido de carbono, un gas tóxico.

Los conductos de evacuación impiden que los gases de la combustión se acumulen en el interior de la vivienda. Son obligatorios en los calentadores y las calderas y en todos los aparatos que tienen una potencia igual o superior a 4,7 kW.



El recibo del gas especifica lo que debemos pagar por el servicio y el consumo del gas en un período de tiempo determinado. El importe del recibo corresponde a los conceptos siguientes: un término fijo, el consumo del gas, el alquiler del contador y el IVA.

 Normas de uso 

La instalación de gas de una vivienda, por el potencial de peligrosidad que implica, la debe realizar obligatoriamente un instalador autorizado y debe cumplir una normativa muy estricta, que tiene como objetivo garantizar la máxima seguridad y un buen funcionamiento, ya que el gas es inflamable y podría provocar incendios y explosiones.


El usuario titular de la instalación interior es el responsable del uso, conservación, mantenimiento y adecuación a las normas, y tiene la obligación de hacerlas revisar cada cinco años por un instalador
autorizado, que debe extender un certificado acreditativo del buen estado y adecuación a la normativa vigente de la instalación.
Adquirir aparatos de gas homologados y preparados para el tipo de gas que se va a consumir. Evitar que se apaguen las llamas de los fogones mientras se cocina.
En ausencias largas, cerrar las llaves de paso y la llave general de la vivienda.
No obstruir las rejillas, los agujeros de ventilación ni las salidas de gases quemados y limpiarlas periódicamente.
Vigilar el estado, la caducidad y la colocación del tubo flexible de la cocina y las estufas.
Asegurarse de instalar correctamente el regulador en la bombona y cerrar la llave de paso cuando no se utilice.
No tener encendidas las estufas mientras dormimos y, cuando lo estén, vigilar de no ponerlas cerca de materiales inflamables.
No almacenar las bombonas llenas cerca de focos de calor. Tampoco se deben exponer a la acción prolongada de rayos de sol, especialmente en verano.
Si percibimos olor a gas: No accionar los interruptores eléctricos, ni encender cerillas. Abrir las puertas y las ventanas, ventilar la cocina y, en general, toda la vivienda. Cerrar la llave general del suministro de gas o extraer el regulador si se trata de una bombona.
Comprobar que las llaves de los quemadores de la cocina estén cerradas. Avisar inmediatamente al servicio de urgencias de la compañía suministradora. Si se trata de gas butano o propano, avisar al instalador autorizado para que revise la instalación.
Recordar que una fuga de gas es un peligro grave y que, en determinadas condiciones, el gas puede explotar.

 Climatización 

Para aumentar el confort de las casas se utilizan los sistemas de climatización que proporcionan la temperatura y humedad adecuadas (de 20-22º C y 45 a 55 % de humedad respectivamente). Los sistemas de climatización pueden ser de calefacción, refrigeración o mixtos (bombas de calor).


Calefacción. Pueden ser por radiación de agua caliente o por suelo radiante.

El sistema de calefacción por radiación de agua caliente es el más antiguo y extendido. Consta de una caldera que calienta el agua y un circuito cerrado formado por cañerías de cobre por donde circula el agua caliente que alimenta los radiadores, que acumulan el agua caliente e irradian calor.


Calefacción por suelo radiante. Consta de una caldera que calienta el agua de un circuito cerrado de cañerías que se instalan bajo el pavimento formando un serpentín que cubre el suelo de las diferentes habitaciones de la casa. Cuando las cañerías se calientan emiten calor, que calienta el suelo y el aire de la habitación. El calentamiento del suelo también se puede realizar mediante un serpentín de resistencias eléctricas.



Refrigeración. Suelen utilizarse generadores de aire. Éstos producen una convección forzada del aire, que cuando pasa por un circuito se enfría. El aire frío circula por unas conducciones hasta las diferentes habitaciones de la casa. También existen aparatos individuales que, basándose en el mismo principio, enfrían solo la habitación donde se instalan.




Las bombas de calor son sistemas que pueden refrigerar y calentar. Suelen ser generadores de aire que además de irradiar aire frío llevan un sistema de resistencias eléctricas o quemadores de gas que calientan el aire.



 Otras instalaciones 

El ascensor es un complemento muy importante. Funciona gracias a un motor eléctrico regulado por un cuadro de comandos que con un sistema de poleas y cables permite subir y bajar una cabina a
través de unas guías.

Las instalaciones de protección incluyen el conjunto de elementos que sirven para proteger los edificios. Los principales son el pararrayos y los sistemas contra incendios como extintores, mangueras, escaleras de incendios, etc.

Las instalaciones de comunicaciones comprenden las instalaciones que permiten la recepción de información.

La casa domótica es una vivienda donde todo está controlado y regulado mediante una unidad central que gestiona todos los elementos necesarios para realizar funciones tan rutinarias como abrir y cerrar puertas, ventanas y persianas, encender y apagar las luces y electrodomésticos como lavadoras, lavavajillas o secadoras, regular el riego del jardín, cortar el agua en caso de fugas o averías, etc.

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